martes, 19 de enero de 2010

Se marchó...



En un rincón oscuro y callado del corazón, tenía una pena que no podía curar.
A pesar que todo a su alrededor parecía maravilloso, él en su interior sentía mucho dolor. Y de nada servía el alcohol, los calmantes ni los antidepresivos.
Se encontraba mortalmente herido.
Hacía mucho que no sentía una sonrisa desde adentro. Esa que cuando joven salía espontáneamente. La que contagiaba a sus compañeros. Las payasadas que despertaban risas.
Todos intentaban ayudar, pero los consejos que escuchaba no servían para nada. Olvidar por decreto, no era la solución. Tampoco hacer de cuenta que no había ocurrido. Porque los recuerdos estaban allí, lastimando una y otra vez, golpeando en su cabeza durante todo el día y por la noche las pesadillas lo atormetaban diariamente.
No sabía cuándo empezó a sentirlo, pero estaba seguro que en un principio era sólo una pequeña rendija, que con los innumerables sufrimientos se fue abriendo. Los daños contribuyeron con eso, desprecios, traiciones, aversión, indiferencia. Él sólo quería que lo amaran.
Ahora no lo podía cerrar, no sentía felicidad porque ese agujero estaba allí y la dicha se escurría como un puñado de arena. Y casi no se animaba a tener nuevos sueños.
Estaba seguro que no podría volver a tolerar que lo maltrataran, que le contestaran mal. Amar para que luego lo abandonaran, era algo que ya no estaba en sus planes, se apartaba más y más del mundo.
Lentamente perdió los sueños, se olvidó de la esperanza, no hubo lugar para las ilusiones.
Se atrincheró, dejando fuera ilusiones, pensando que tal vez la locura de no saber nada, fuera borrando todo ese horror.
Y un día cualquiera partió para descubrir nuevos mundos buscando aquello que había olvidado, esperando construir un refugio para no padecer esa tortura.¡ Cómo quería olvidar!
No lo he visto nunca más, no vi su lánguida figura escurrirse por las calles, mirando el suelo, evitando contacto con la humanidad.
¿Será que habrá encontrado lo que buscaba? ¿En qué universo caminará? Tal vez su dolor ha pasado, quizás haya encontrado la feliciad.

Safe Creative #1001195350009


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Suena con mucho dolor y tristeza este escrito. Hay momentos que asi duele la vida misma.

Un placer leerte.
Saludos.

Unknown dijo...

concuerdo con salvador..
mucha tristeza en estas palabras escritas............


mil besos!!

estrella dijo...

hola amiga gracias por tus palabras en mi blog, y por seguirme, he llegado a este tu rinconcito y me ha encantado lo que escribes, tus letras nos envuelven en una magica historia de nostalgia y dolor, pero al final lo alimenta la esperanza, desde hoy te sigo, por este lindo blog, un abrazo y bendiciones con amor...luz estrella

M@ite dijo...

¡¡que tristeza rezuma por cada una de esas frases!
un abrazo lleno de esperanza y cariño

Mici dijo...

Por un instante pensé en Fernando…su humor su creatividad un genio total..
Luego mis pensamientos me llevaron a tantos que deambulan y los vemos a diario…hasta que un dia nos damos cuenta que ya no esta…y esa es la pregunta: se fue???..y a donde?
Sera “El viejo Matias”???
Un cuento que me llevo a la reflexión….
Excelente!!!

estrella dijo...

hola amiga vengo a desearte un lindo fin de semana te dejo mi cariño, un abrazo y bendiciones con amor...luz estrella