
En un país inexistente de un mundo irreal. Vivía una princesa llamada Jade. Al nacer un hada generosa le regaló el don de amar y rescatar a todas aquellas personas con problemas o soledad. Pero olvidó explicarle los detalles básicos de esa cualidad.
La pequeña princesa creció sabiéndose especial, tratando de dar amor a todo aquel que se acercara a ella. Ocupaba sus días consolando deprimidos, jugando con los niños, acompañando a los ancianos, llenando el palacio de animales vagabundos, curando las heridas del cuerpo y el alma.
Pero ella se sentía sola. El rey y la reina estaban ocupados con sus asuntos, casi no le prestaban atención a su hija, y ésta deambulaba buscando auxiliar a todo aquel que la necesitara que una vez restablecidos se marchaban.
Al crecer comenzó a renegar de su facultad, no podía entender por qué nadie la amaba a ella. Muchos príncipes se acercaban para ofrecerle su compañía, pero eran egoístas y ególatras, que pasado algún tiempo se daban cuenta que no serían el centro de la vida de Jade e iban en busca de otras princesas que los idolatraran y la pobre Jade se quedaba sola en el castillo suspirando de tristeza.
Cierto día llegó al palacio un soldado con una hermosa armadura resplandeciente y se enamoraron al mirarse a los ojos. Era tan grande el amor que sentían que ella sintió que le iba a explotar el corazón de felicidad, pero la armadura impedía que al fuerte soldado le llegara el amor tan profundo que por él sentía.
Ella luchó para que se quitara la coraza, pero le contestaba que debía estar preparado para las luchas cotidianas y nuevamente la princesa comenzó a sentir ese agujero en el estómago que era la soledad. Al irse a dormir se preguntaba qué había hecho mal, si cada noche repasaba mentalmente sus errores y trataba de enmendarlos.
Una tarde sentía tan angustia que se perdió en el bosque. Un hada que allí vivía se acercó a ella y secando las lágrimas con sus dedos le preguntó cuál era el motivo de tanta tristeza. Jade le contó del don, de todo lo ocurrido, de la soledad y de aquellos a quienes había amado, los que les dieron las gracias y partieron, aquellos que la lastimaron o hablaron mal de ella.
El desconsuelo ensombrecía el bello rostro de la princesa. Entonces el hada le explicó lo que que aquella otra había olvidado sobre su capacidad.
Se puede amar a todos, pero no siempre están preparados para recibirlo. y no siempre se rescata al que lo necesita. Algunos no desean ser salvados y otros disfrutan de eso sin hacer nada al respecto.
La esencia del don -dijo el hada- está en ofrecerlo sin esperar nada a cambio. No se debe insistir, se recibe o no, pero nada más. Si te lastiman es porque su alma es negra y jamás lo podrán percibir. Encontrarás algunos con tanta maldad, que les será imposible creer que haya personas tan buenas y generosas. Alejate de ellos. Dar amor es el regalo más maravilloso. No te tortures pensando qué fue lo que hiciste mal. Porque no siempre sos responsable.
Ahora, seguí amando. Tu caballero dejará pronto su armadura, cuando encuentre que la paz está en su interior.
Y el hada desapareció.
Desde ese día Jade ha encontrado la felicidad y sigue amando, sonriendo, jugando con los niños. Tiene el collar que le regaló el hada, que se oscure cuando un alma sombría se acerca, entonces ella se aleja y sigue por otro lado.
Pero sigue amando porque el amor es lo más maravilloso que se puede regalar.
5 comentarios:
Hermoso mensaje, me tocó muy hondo, todos tenemos un don pero muchas veces no sabemos o no podemos ver ese detalle que necesitamos para ser felices.
Josefina
Muy lindo...hermoso...gracias por el mensaje que nos dejaste...es asi...amar sin nunca esperar el retorno, asi es el amor verdadero y puro...un besote grande, grande...buen finde...
Neu
HERMOSO RELATO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ CON LINDISIMO MENSAJE ¡¡SOLO EL AMOR VERDADERO PUEDE VER MAS ALLA¡¡¡
BESOS Y BUEN FINDE¡¡
siempre tienes que dar lo que tu corazon quiere dar, sin esperar nada a cambio, porque si esperas recibir lo mismo y no lo haces, la frustracion y la decepcion ensombrecen el resto
muy lindo cuento
besos
ufa nena! me senti bastante representada... y si... se que a muchas almas desinteresadas de lo material debemos esperar... Segui asi, me encanta leer tus blogs. Besos, Vanne!
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